Es de conocimiento general que muchos directivos de empresas utilizan con frecuencia la competencia interna para motivar a sus empleados. Nuevas investigaciones sugieren que aíadir una superestrella a la ecuación podría daíar la productividad en lugar de aumentarla.
En un estudio reciente, Jennifer Brown del Departamento de Dirección y Estrategia de Kellogg School descubriA? que, mientras que la competición puede ser beneficiosa entre adversarios con habilidades similares, las grandes diferencias en habilidad pueden reducir los esfuerzos de los competidores y volverse contraproducentes.
Jennifer Brown considerA? dos escenarios inspirados en el deporte. En el primero, un hombre se enfrenta a un rival que tiene capacidades similares a las suyas y estA? motivado para esforzarse mA?s, en comparación con su esfuerzo normal, en una carrera bastante «ganable». En el segundo escenario, se posiciona junto a un atleta de alta competición y su probabilidad de ganar es muy baja. En este caso, la persona puede que reduzca su esfuerzo en el duelo. Es decir, la presencia de una superestrella lo disuade de agotar todos sus esfuerzos en la competiciA?n.