Según un artículo publicado por el diario La Tercera hace algún tiempo, los jóvenes nacidos entre los años 80 y 95 pertenecientes a la generación Y, son quienes hoy a sus veintitantos años ya tienen cargos gerenciales, entre otras razones, porque son jóvenes más empoderados y las empresas no tienen miedo a contratarlos. Son jóvenes que se manejan plenamente con las tecnologías por eso se destacan en cargos de empresas de este tipo, multinacionales y de servicios.
El artículo señala que: “hoy lo que vale y manda son las competencias, la habilidad y la capacidad, después vemos quién está detrás” dice Raúl Rojas, socio de Focus Advisor, consultora que se encarga de la búsqueda de altos ejecutivos. El estudio de la consultora Placeanwork Chile, los profesionales jóvenes buscan un crecimiento laboral rápido y nuevos desafíos, y la empresa valoran eso. “Tener gente joven en altos cargos se ha transformado en un valor agregado para nosotros y para muchas empresas del país. Ellos traen consigo creatividad, conocimiento de las nuevas necesidades y exigencias de los consumidores y flexibilidad”, resume Carolina Fuenzalida, gerenta de Recursos Humanos de Microsoft Chile.
Sin embargo, un estudio de Randstad sobre Tendencias de Recursos Humanos y Movilidad Laboral 2015 dice que solo un 24% de los chilenos cree que los trabajadores de 55 años o más son menos productivos que los de 35 años o menos, porcentaje menor a países como Brasil.
Incluso el 89% de las personas piensa que las competencias se adquieren durante toda la carrera profesional.
Otro hecho relevante que ocurre en las empresas es que existe una mayor movilidad laboral especialmente entre los jóvenes y solo un 7% de la población laboralmente activa tiene “gran miedo” a perder su actual posición.
Las empresas están apostando por los jóvenes profesionales que cumplen con las características necesario para altos cargos porque además se les paga menos, entre un 25% a un 30%, a diferencia de un gerente con más años de experiencia, según indica la consultora Focus Advisor.