Tener tu empresa y ser tu propio jefe podría implicar riesgos para medir el avance del negocio, ya que a la hora de evaluar tu desempeño serás poco objetivo.
Frente a estos retos, el emprendedor no está solo. El coach de negocios es una figura que detona el pensamiento crítico en el empresario para que encuentre la problemática que afecta el negocio. Contrario de un asesor o consultor, el coach enseña a pescar, motiva al emprendedor y lo alienta a cumplir sus metas.
Este “socio” es útil en la empresa cuando el emprendedor busca aumentar sus ventas, desea realizar un sueño, se siente estancado o desmotivado o quiere replantear el tiempo que le dedica al trabajo y a su familia.
A pesar de que el coach estará acompañando al emprendedor en su desarrollo, nunca le dirá cómo resolver sus problemas ni tampoco le dará recetas ni opiniones.
No existe una metodología específica para trabajar, pero en promedio se realiza una reunión a la semana. El emprendedor y el coach fijan metas y al término del periodo hay una rendición de cuentas.
El emprendedor siempre se irá de la reunión con una tarea que ejecutar y otra para reflexionar. Porque la tarea del coach es confrontar al emprendedor y sacarlo de su estado de confort. Sin embargo, cuando el empresario requiera escuchar un consejo, debe hacérselo expreso al coach, quien deberá estar localizable.
Los coach de negocios a su vez también son asesorados por otros coach mentores, pues continúan preparándose en conocimiento administrativo y de desarrollo humano, además deben de practicar alguna actividad física para predicar con el ejemplo.
Si decides elegir a un entrenador de negocios, investiga su trayectoria, certificaciones, experiencia, recomendaciones y metodología de trabajo.
Fuente: CNNExpansión